El acero es básicamente una aleación o combinación de hierro y carbono que, de acuerdo a su tratamiento y a las proporciones, puede adquirir distinta resistencia, elasticidad y dureza. Algunas veces se añaden otros elementos de aleación específicos, tales como: Cr (Cromo) o Ni (Níquel) entre otros, que se agregan con propósitos determinados según sea el uso final del acero producido.
Aunque es difícil establecer las propiedades físicas y mecánicas del acero, debido a que estas varías con los ajustes en su composición y los diversos tratamientos térmicos, químicos o mecánicos, se pueden citar algunas propiedades genéricas: